sábado, 29 de noviembre de 2008

Ortodoncia y Ortopedia Maxilar, fundamentos científicos y evolución

Desde sus orígenes como disciplinas de la Odontología se aprecian las diferencias entre los principios fundamentales de la Ortopedia Maxilar y la Ortodoncia. Existe una extensa bibliografía en lengua alemana, francesa e inglesa y no menos extensa en lengua española, sobre estos dos campos de la Odontología, que criterios casados con conceptos ya superados, se resisten a su amplia revisión y abierta discusión con espíritu ecléctico. Sobre todo, si consideramos que desde los orígenes de la Odontología, la Ortodoncia y la Ortopedia Maxilar se entrelazan y confunden, pareciendo a veces una sola al presentar conjuntamente diferentes métodos de tratamiento. Y no es sino hasta la segunda mitad del Siglo XIX, en que ambas "nacen " como disciplinas "científicas" de la Odontología, bajo el mismo pensamiento biológico del positivismo y empiezan a fundamentar sus bases y establecer sus diferencias, de acuerdo a la influencia que éste positivismo científico ejerció sobre sus actores y que a través del tiempo, nuevos pensamientos, métodos y procedimientos han clarificado bajo distintos conceptos científicos, razones históricas, influencias culturales y socioeconómicas, con sus respectivas repercusiones en los campos de la investigación científica, la clínica y su ejercicio profesional.
Quizá ésto se deba a la falta de unidad y de concepto global sobre las bases fundamentales que rigen el tratamiento de las anomalías del Aparato Masticatorio. Pero al mismo tiempo, es causa de confusión y desorientación en el estudioso, cuando acepta por igual el significado y contenido de los vocablos de Ortopedia Maxilar y Ortodoncia, considerándolos un problema de Semántica o una simple elección de aparatos fijos o removibles en sus tratamientos. O bien, siguiendo caminos equivocados, presentan falsamente los problemas Ortopédicomaxilares que por desconocimiento de la materia no alcanzan a comprender, como si fuesen derivaciones de la Ortodoncia, que solo conducen a un juego dialéctico de interpretaciones no comprobables, porque sus afirmaciones de "filosofía ortodóncica" son indemostrables y sus aseveraciones no se pueden verificar.
Desde su "nacimiento como disciplinas científicas" de la Odontología, se establece la diferencia fundamental entre la Ortopedia Maxilar y la Ortodoncia en base a los postulados de la Filosofía Positivista de A. Comte (1798 - 1857), sistema filosófico que clasificó a las Ciencias en 6 ramas: Matemáticas (incluyendo aquí a la Mecánica), Astronomía, Física, Química, Biología y Sociología (a la que se consideró más importante), y que únicamente admite el método experimental y rechaza toda noción "a priori" y todo concepto universal y absoluto. Sólo admite los hechos que se pueden confrontar y comprobar mediante un criterio analítico del hecho científico. El hecho es la única realidad científica y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la Ciencia. Se establece de ésta manera, el dogma de la objetividad pura. Conceptos que imperaron durante el período comprendido de 1840 - 1914 y en el que estas dos ramas de la Odontología sentaron sus bases.
Aunque las anomalías del Aparato Masticatorio no caen por entero dentro del concepto de "enfermedad", deben estudiarse como tales para poder comprender clínicamente sus fundamentos científicos. Para ello habría que seguir la evolución del concepto de enfermedad a través de la Historia, desde sus orígenes hasta llegar al positivismo científico que desplazó a todas las teorías e hipótesis hasta entonces existentes y que, conforme a su influencia en la mentalidad de sus actores determinó las diferentes orientaciones y conceptos de estas disciplinas odontológicas, con sus propios fundamentos, método y procedimientos.
Una, en América, conocida como "Ortodoncia Americana", influenciada por el pensamiento de una Anatomía estructural, no funcional. Con su método de descomponer y recomponer la forma orgánica en elementos separados e independientes, considerados unidades anatómicas aisladas (dientes, maxilares, ATM. etc.), que si bien, denominados según sus funciones, no se relacionan entre sus partes, ni se conciben en términos de sistemas funcionalmente anatómicos. Una Ortodoncia puramente morfológica, mecanicista, regida por las Leyes de Newton, sujeta a los principios de la Ingeniería Mecánica en sus movimientos dentarios y al empleo exclusivo de fuerzas físicas. En su evolución sólo consideró los aspectos biológicos, en cuanto a la reacción de los tejidos de soporte del diente a la aplicación de dichas fuerzas físicas, tratando de minimizar sus efectos nocivos, mediante la sofisticación de sus técnicas y al empleo de la más alta tecnología en los elementos constitutivos de sus aparatos.
La otra, en Europa, conocida en un principio como "Ortodoncia Europea", influenciada por el pensamiento de una Anatomía regional, fisiopatológica. Con su método de estudiar las diferentes formaciones orgánicas, cualquiera que sea su naturaleza, en sus relaciones recíprocas con las partes que las constituyen, consideradas unidades anatomofisiológicas integradas (dientes, maxilares, ATM, etc.). Una Ortodoncia biológica, morfofisiológica, basada en el principio de que célula y medio, estructura y función son inseparables y constituyen un todo. Fundamentada en las teorías de Roux y Wolff sobre "estructura-función-adaptación funcional". Regida por los fenómenos del crecimiento y desarrollo y empleando fuerzas biológicas en sus movimientos dentarios mediante la producción de reflejos neuromusculares. En su evolución muy pronto adquirió su identidad de Ortopedia Dento-Máxilo-Facial, al considerarse que ortopédicamente la Cabeza es una extremidad y que en ella se encuentra el complejo arquitectónico dento-máxilo-facial integrando una unidad anatómofisiológica en estrecha relación con el Cráneo.
ORTODONCIA.- Este término fué dado a conocer por P.J. Lefoulon en 1840, en la publicación de su libro "Noveaux traité théoriques et pratiques sur l'art du dentiste". Derivada del prefijo griego "orthos" recto, derecho, normal y "odontos" diente; literalmente significa "diente derecho", por lo que se presta a confusión y a error de interpretación en relación con el eje propio del diente. Teniendo además, el inconveniente de ser un término restrictivo al no comprender la totalidad de lo que se pretende estudiar.
Lefoulon la definió como "el tratamiento de las deformaciones congénitas y accidentales de la boca" (definición más orientada a los postulados de la Ortopedia Maxilar, que a los establecidos por Angle 47 años después). Hasta aquí, la Odontología no poseìa una nomenclatura propia y en su obra el autor hace mención por primera vez del término "orthodonsie". En dicho libro, condenó la extracción e indicó que el hueso alveolar era capaz de contener todas las piezas dentarias por ser extensible y para ello, ideó un arco lingual para la expansión transversal. Además de un arco vestibular de fuerza concéntrica y un arco lingual de fuerza excéntrica.
En 1887, el derrotero de la Ortodoncia cambia fundamental y completamente, encauzándose por nuevos rumbos y evolución científica al aparecer el libro de E.H. Angle "Malocclution of the Theet", en el que, adoptando el término de Ortodoncia ,cambia el concepto de "bucal" más amplio y general, por el de "dental", dándole otra connotación al redefinirla como: "Rama de la Odontología que se ocupa de las anomalías de oclusión y posición dentarias". Concepto localista, morfológico, mecanicista, fuertemente oclusionista y limitante, al circunscribirlo a un estrecho campo de la boca.
Varios fueron los nombres con que se pretendió designar a ésta nueva disciplina odontológica, como el de Ortodontología, Ortodontosis, Ortodontopedia, Ortomorfia Dental, Ortopedia Dental, etc.Pero al adoptar Angle el vocablo de "Ortodoncia". su gran prestigio profesional y su influencia en el mundo odontológico de su época, fueron los factores determinantes para su aceptación universal.
Por sus orígenes mecanicistas desligados de los problemas biológicos y hasta antes de la 2a. Guerra Mundial, la Ortodoncia no despertó gran interés en la enseñanza universitaria de Norteamérica y otros países del Mundo por considerarla de interés puramente estético y que sólo planteaba problemas de espacio y posición en los segmentos anteriores de las arcadas dentarias. Su enseñanza se efectuaba dentro de los cursos de prótesis con pocas horas dedicadas a la Ortodoncia, tiempo que se consideraba suficiente para que el Cirujano Dentista pudiera realizar sus tratamientos. De ahí el que se justificara que un gran sector de la Odontología no se preocupara por ella y que sus aplicaciones se dirigieran a un reducido sector del público, practicada por un grupo de Cirujanos Dentistas más reducido aún.
Ante la oposición de las Escuelas de Odontología a aumentar el tiempo de enseñanza de la Ortodoncia, ésta quedó a cargo de Asociaciones Odontológicas o de Escuelas independientes. Situación que persistió hasta años después de la Primera Guerra Mundial, cuando dichas Escuelas comenzaron a afiliarse a las escuelas universitarias. Y entre las principales que destacaron por su importancia , se encuentran las de E.H. Angle fundada en 1900,,que funcionó hasta 1930 y la de M. Dewey alumno de Angle, fundada en 1911 y que bajo el mismo criterio dogmático de Angle en la enseñanza de la ortodoncia, funcionó hasta 1933.
Un año antes de la fundación de su Escuela, escribió Angle lo siguiente: "... Si la Ortodoncia ha de progresar, deberá fundarse una escuela separada, totalmente independiente de las escuelas odontológicas, para proporcionar amplia oportunidad a quienes tengan aptitud para la materia y la amen, permitiéndoles estudiar en forma amplia y completa, librándolos de todas las influencias negativas encontradas necesariamente en las Escuelas Odontológicas..."
Los cursos de Angle tenían una duración aproximada de 4 a 6 semanas y en ellos se formaron los principales Ortodoncistas de Norteamérica y otros paìses, adquiriendo como requisito el compromiso formal de dedicarse exclusivamente a la Ortodoncia bajo su criterio de enseñanza dogmática, al imponerles su propia aparatología y un diagnóstico ortodóncico propio para una Clínica simplista de principios del siglo, basado exclusivamente en una clasificación puramente objetiva de las anomalías ("maloclusiones" en Ortodoncia"), con la intención de facilitar su identificación al Cirujano Dentista y sustentada únicamente en una relación oclusal de posición interdentaria de las primeras molares (su famosa "llave de la oclusión") como síntoma primordial, desatendiéndose de toda etiología. Creó un aparato standard, fundamentado en los principios de la Mecánica, aplicable a todos los casos y fabricado industrialmente. Construído separadamente cada vez y cuyo objetivo terapéutico era enderezar algunos dientes inclinados y obtener el espacio adecuado, mediante el alargamiento y expansión de las arcadas dentarias, prohibiendo las extracciones en todos los casos. Por lo que los resultados siempre eran inciertos y recidivantes.
Al anunciar en 1900 su voluntaria decisión de abandonar la práctica general de la Odontología y dedicarse exclusivamente a la corrección de las anomalías de la oclusión derivadas de la posición dentaria, "nacen" con él, de una manera convencional y sin otra base que lo sustentara, los conceptos de la Ortodoncia como "especialidad" y el de "especialista" a quien la ejerce exclusivamente.
Con Angle se consolidaron los orígenes Mecanicistas de la Ortodoncia y su dependencia terapéutica de las fuerzas físicas hasta el presente. Y durante la primera mitad del presente siglo todos los tratamientos ortodóncicos estuvieron dominados por sus postulados dogmáticos, siguiendo sus procedimientos técnicos y diagnósticos. Dando orígen a lo que posteriormente se denominó "Escuela Americana", caracterizada por su estructuración conforme a los criterios de Angle y seguidores y por una virtual separación de la Ortodoncia de los programas de formación del Cirujano Dentista al minimizar su enseñanza en el llamado pregrado. De ahí la persistencia de su exagerada tecnificación en el ejercicio de la misma. En contraposición de lo que también se llamó "Escuela Europea", caracterizada desde sus principios por la enseñanza de la Ortodoncia integrada a la formación biológica del Cirujano Dentista de práctica general.
Desde su aparición en el año de 1900 como la "primera especialidad científica" de la Odontología, los problemas de la Ortodoncia se fundamentan y sustentan en el terreno de la Física. Son el resultado de fuerzas mecánicas y de fuerzas mecánicas depende su corrección. Por ello, el comprender los fundamentos de la Mecánica sigue siendo el punto de partida para comprender la Ortodoncia. Sus aparatos fijos productores de fuerzas mecánicas, representadas por arcos, resortes, ligaduras, ligas, etc. y regidos por estrictas leyes físicas, circunscriben su interés en 4 áreas esenciales a fín de obtener una mejor terapéutica clínica:
1.- Estudio de los sistemas de fuerzas que permiten el movimiento dentario
2.- El análisis de los sistemas de fuerzas producidos por los aparatos ortodóncicos,
3.- El comportamiento de los materiales utilizados en los aparatos ortodóncicos. Principalmente los que almacenan y liberan fuerzas, y los que las reciben, las distribuyen y modifican.
4.- La correlación entre los sistemas de fuerzas y los cambios que se producen en los tejidos parodontales y estructuras dentarias.
Todas las técnicas ortodóncicas se fundamentan en el conocimiento de éstas áreas y todas se refieren primordialmente al empleo de los arcos de alambre como productores de fuerzas, porque cualquier diseño de cualquier arco en Ortodoncia y su aplicación clínica, está basado en los principios fundamentales de la Mecánica. Y como estos principios se aplican con el mismo criterio ( magnitudes, vectores, direcciones, momentos, combinaciones y resultantes de fuerzas que invariablemente se presentaran al colocar los arcos), el análisis y comprensión de éstos principios permitirá la comparación de todos los arcos de alambre existentes y su acción sobre el equilibrio y movimientos dentarios, aunque estos sean prefabricados y preprogramados; ya que en todos ellos prevalece el conocimiento de las leyes de Newton en la producción de fuerzas activas o pasivas, para modificar el campo de fuerzas biológicas que rodean y controlan la posición de los dientes en las arcadas.
El problema clínico se hace más complejo, si consideramos que además de las fuerzas intrínsecas que de por sí producen los aparatos fijos, constantemente se introduce un factor de primordial importancia productor de una nueva fuerza que modifica las ya existentes y que es determinante en la dirección y resultado del movimiento dentario. La fuerza extrínseca que originan las manos de quien maneja la técnica, es decir, el propio Ortodoncista al adaptar, activar o modificar el aparato. Lo que hace muy difícil el control de los movimientos dentarios y sus efectos secundarios y colaterales indeseados que invariablemente repercuten sobre los tejidos de soporte del diente al absorver dichas fuerzas y que son inherentes a todas las técnicas. Siendo entre ellos el que siempre está presente, el de la reabsorción radicular, lesión dentaria que no se regenera y que queda como cicatriz perrmanente, aunque en la mayoría de los casos no sea notada por el paciente.
Basados en que los principios del análisis de fuerzas son los instrumentos de la Ingienería Mecánica y que su aplicación es universal, la clave para la comprensión de las fuerzas ortodóncicas es el proceso analítico de descomponerlas en sus componentes simples. Pero a medida que se profundiza en su estudio, se hace más relevante su dependencia de la Física en sus aplicaciones Clínicas, como lo demuestra unode los problemas más discutidos en mecánica ortodóncica, que es el de la relación de la magnitud de la fuerza empleada y el desplazamiento dentario por unidad de tiempo, el cual hasta el momento sólo puede calcularse matemáticamente; ya que no existen datos de experimentación clínica al respecto. Igualmente, el de la acción de los aparatos ortodóncicos en los términos de las cambiantes situaciones que se crean durante los movimientos dentarios y que pertenecen al más complejo campo de la Dinámica. Lo que nos lleva a soluciones teóricas indemostrables en la Clínica, por estar basadas en suposiciones.
La Ortodoncia a un siglo de distancia, sigue bajo el dogma de Angle de una "oclusión ideal, standard y estéticamente común a todos los individuos". Circunscrita fundamentalmente a las anomalías de posición dentarias y a sus relaciones intermaxilares derivadas de la oclusión, orientadas para hacer resaltar ciertas relaciones estéticas aceptables entre cúspide y fosa; considerando anomalía de oclusión cuando no se cumple esta relación. Sin embargo, Angle aceptaba las limitaciones de la Ortodoncia y tácitamente reconocía postulados de la Ortopedia Maxilar al decir: "El éxito en Ortodoncia no consiste solamente en colocar los dientes en oclusión normal. Esto es una etapa del tratamiento. El resultado final debe satisfacer también las funciones de masticación, de fonación y de respiración, como de belleza y equilibrio de la cara", e igualmente decia: ":Pocas posibilidades de éxito tendremos en los tratamientos, cuando no consigámos solucionar las anomalías funcionales.."
En referencia a lo anterior, también cabe hacer mención de lo expresado por Mershon, discìpulo de Angle y creador del aparato ortodóncico que lleva su nombre, de gran difusión en las primeras décadas del presente siglo; cuando refiriéndose a la Recidiva y la Contensión, decía: "...los dientes movilizados biológicamente no necesitan retención alguna, puesto que los dientes que llegan a ocupar su posición biológica dentro de la armonía máxilofacial, quedarán comprendidos en el equilibrio estático entre los dientes y los tejidos de soporte y únicamente se puede esperar una retención normal y natural, cuando el hueso, tejidos peridentales, circulación sanguínea, inserción muscular, inervación, metabolismo, etc. se hayan adaptado a las nuevas condiciones..."
ORTOPEDIA MAXILAR.- El término de Ortopedia, derivado de las voces griegas "orthos" derecho, recto, normal y "paidos" niño o "podos" extremidad, fué dado a conocer en 1741 por N. Andry, Decano de la Facultad de Medicina de París y en su libro "Orthopedie" , lo define como "...el arte de prevenir y corregir en los niños las deformidades del cuerpo ..." y que éstas deformidades esqueléticas durante la niñez, se debían a desequilibrios musculares; definiendo como "Ortopedista" a un médico que prescribía ejercicios correctivos. Sus teorías fueron precursoras directas del sistema de gimnasia sueca de P.H. Ling.
La Ortodoncia en Europa fundamentada en principios biológicos, pronto evolucionó bajo conceptos ortopédicos sustentados en la teoría de la "adaptación funcional al esfuerzo estático", que sigue siendo una de las principales hipótesis en el estudio del desarrollo esquelético. Esta mecánica del desarrollo fué introducida por W. Roux (1850 - 1924) en su trabajo : "La lucha de las partes en crecimiento o la desaparición de partes en el organismo de acuerdo con una teoría de la adaptación funcional" dado a conocer en 1881, en el que explica el mecanismo de los estímulos funcionales y su teoría trayectorial de la estructura ósea , que dice que las trabéculas óseas se forman siguiendo las líneas de fuerzas de compresión o tensión, porque la estructura de un órgano así como su contorno, están adaptados a su función y que la diferenciación de los tejidos se hace porque solamente quedan las células y estructuras que responden a las distintas funciones del momento. Por lo que se puede hablar de "estructuras funcionales"
Esta teoría fué sostenida por Wolff (1836 - 1902) al exponer que la formación de hueso se debe a la fuerza de las tensiones musculares y a los esfuerzos estáticos resultantes de mantener el cuerpo en actitud erecta y que ésas fuerzas siempre se cruzan en ángulo recto. Estudios dados a conocer en 1892 en su famosa ley de transformación o :ley de Wolff como también se le conoce: "Todo cambio en la forma y función de un hueso o en su función solamente, es seguido por ciertos cambios definidos en su arquitectura interna y por una alteración secundaria igualmente definida en su conformación externa, de conformidad con leyes matemáticas". Estos estudios despertaron mucho interés y muy pronto demostraron su gran valor en la práctica.
Herman Braus (1867- 1920) Profesor de Anatomía en Wurzburg, en su análisis de forma y función en sus estudios de Morfogénesis demostró que "la función hace a la forma". Según Braus para que la Anatomía fuera científica no podía ser únicamente descriptiva, sino que además debía ser morfológica, funcional y genética. Y pone como ejemplo al Aparato Locomotot o Músculo-Esquelético Es funcional porque sirve al desplazamiento del individuo, es estructural porque está formado por huesos y músculos, y es genético porque todo ello procede de los protosegmentos dorsales del mesodermo embrionario. De igual manera se refiere a las estructuras locomotoras de las paredes dorsal y ventrolateral del tronco, de las extremidasdes superiores e inferiores y de la cabeza.
Alfred Benninghoff (1890-1953) Profesor de Anatomía en Kiel y Marburgo, establece en sus estudios en 1938 que la forma biológica es el fín de la Morfogénesis y que toda función tiene que traducirse en una forma, a la vez determinada en el espacio y más o menos suceptible de cambios en el tiempo. En cada formación biológica distingue su forma exterior y su estructura interna, y cuando existe la adaptación funcional la denomina "forma funcional" y si ésto mismo se presenta en su constitución interna la denomina "estructura funcional". De sus estudios establece que lo que se nos presenta como "forma", son los cambios que lentamente se van presentando con relativa permanencia durante el crecimiento y desarrollo. Y lo que se nos muestra como "función" es la conservación de ésta forma; estableciendo así su doctrina morfológica de los "sistemas funcionales" o sea: "el conjunto de varias formaciones histológicas que colaboran adecuadamente entre sí, al servicio de una operación supraordenada".
Robin en la concepción de su "Monobloc" en 1902, se basó en la teoría de la adaptación funcional y partiendo de que en la boca los estímulos funcionales se originan en la actividad de la lengua, labios y músculos masticadores, construyó su aparato.
Es hasta despúes de la Primera. Guerra Mundial cuando la Ortodoncia comienza a experimentar cambios radicales en sus conceptos y evolución por las grandes aportaciones científicas de Francia, Alemania, Italia y Países Escandinavos principalmente, entre los que destaca la llamada Escuela de Bonn representada por Kantorowicz y su discípulo Korkhaus. Sus estudios sobre la etiología y génesis (de las que se había desatendido Angle dándole mayor importancia a la técnica), fundaron nuevos métodos de diagnóstico y procedimientos terapéuticos. abandonando el concepto morfológico de la Ortodoncia imperante en América y en base a dichos estudios se establecieron nuevas clasificaciones de las anomalías: Tridimensionales, Cráneodentarias, Biogenéticas, etc. evolucionando hasta convertirse en "Ortopedia Maxilar".
Fueron muchos los autores que contribuyeron a su progreso y consolidación, con la aportación de sus estudios en todos sus campos, como Korkhaus y Schuman en herencia y genética, Eschler en el desarrollo del parodonto, Steinhardt en ATM, Kronfeld, Hellman, Reichborn en desarrollo y erupción de los dientes, Brach en la formación de los maxilares, etc. Schwarz estableció su sistema terapéutico con Placas Removibles basado en los estímulos funcionales, porque aunque las causas fundamentales sean las mismas, intervienen diferentes factores en el desarrollo de las anomalías como la herencia, nutrición, aspectos ambientales, etc. y sobre todo, el factor formativo funcional en estrecha relación con el crecimiento y desarrollo del individuo, lo que hace variar el cuadro morfológico, además de que causas distintas pueden dar lugar a cuadros morfológicos similares. De aquí la importancia del Diagnóstico para la decisión terapéutica y la elección de los Aparatos.
En las Placas de Schwarz, aunque la acción del tornillo de expansión es mecánica, sus efectos de presión sobre los dientes es menor que la presión sanguínea intracapilar y no causa estiramiento del periodonto, ni reabsorción ósea del tejido alveolar, sino estímulos funcionales que hacen cambiar la posición natural del diente por adaptación funcional. Lo que facilita el control de los movimientos dentarios.
En 1924 la Asociación Alemana de Ortodoncia, al ensanchar su esfera de conocimientos, cambió su nombre por el de Asociación Alemana de Ortopedia Dental. Pero considerando que el término seguía siendo restrictivo en su contenido y que ortopédicamente la cabeza era una extremidad y en ella se situaba el complejo arquitectónico dento-máxilo-facial y sus relaciones con el cráneo y estructuras subyacentes; y sus fundamentos biológicos constituían una verdadera rama Médica, se refundó con nuevas orientaciones en 1933 bajo el nombre de Asociación Alemana de Ortopedia Maxilar, con el que actualmente se le conoce. Efectuando en 1935 en Berlín el Primer Congreso de Ortopedia Maxilar, en el que Andressen de Oslo dió a conocer el "Activador" que lleva su nombre con su trabajo: "El Sistema Noruego para la Socialización de la Ortopedia Maxilar".Posteriormente Haulp de Austria, basado en las teorías de Roux y Wolff y considerando que la musculatura desempeña un papel esencial en el modelado de los huesos en formación, gracias al equilibrio de los músculos antagonistas, le añadió el término de "Funcional" para hacer hincapié en el carácter biológico de sus fundamentos y que ya Roux había manejado en su teoría de la adaptación funcional.
Esto no cambia la designación ni el contenido de "Ortopedia Maxilar" con la que universalmente se conoce a ésta rama de la Odontología, ya que los mismos principios se aplican por igual a todos los campos que la integran (Mioterapia, Placas de Schwarz, Terapia Funcional, Terapia Dinámico-Funcional, e inclusive, la Cirugía Ortognática). Ya que tánto la dirección del crecimiento de los maxilares, procesos alveolares, dientes, ATM, etc. así como el mantenimiento del equilibrio que guardan entre sí, dependen fundamentalmente del tono y de la fuerza muscular; sea en estado de reposo, como durante la masticación, deglusión, fonación, etc. debido a los reflejos neuromusculares que determinan. La parte que corresponde al tono muscular en el desarrollo de las anomalías del Aparato Masticatorio ("Disgnacias" en Ortopedia Maxilar) y de múltiples malformaciones cráneofaciales es muy importante, porque los trastornos del tono aparecen aisladamente y se asocian en la mayoría de los casos con anomalías de fuerza muscular, en las que su reeducación en éste sentido, desempeña un factor primordial del tratamiento.
Los dientes, aunque se encuentren mal colocados o no articulen de una manera correcta, se encuentran en equilibrio fisiológico. Y en Ortopedia Maxilar las fuerzas biológicas empleadas sólo provocan desplazamientos compatibles con éste equilibrio, respetando al mismo tiempo el equilibrio preexistente, a fín de cambiar la posición de los dientes de una manera estable. La reeducación de los reflejos neuromusculares normales permite modificar la forma de los maxilares y por ende, de las arcadas dentarias, lo que evita la recidiva. Si la oclusión de los dientes dificulta ésta acción, los aparatos empleados y las fuerzas que originan, sólo serán útiles si actúan en el mismo sentido que los músculos, porque la posición de los dientes no puede ser independiente de la relación de los maxilares con el cráneo y la cara.
La adaptación funcional es la base científica sobre la que descansa la Ortopedia Maxilar. Y esta ya se contempla en las teorías sobre la evolución de la especie, al establecerse que el incremento o disminución estructural, sigue al incremento o disminución de la función. La misma Articulación Témporo-Mandibular, posición de los dientes, relaciones intermaxilares, lengua, labios y todos los elementos que anatómica y fisiológicamente integran el Aparato Msticatorio, sólo son el resultado de una adaptación funcional a movimientos musculares condicionados. Es decir, "la función hace al órgano", lo que se demuestra en Patología cuando al destruírse células motoras y presentarse atrofias musculares éstos no se desarrollan, con las nocivas consecuencias por su falta de función. Porque en Ortopedia Maxilar, todos éstos elementos aunque anatómicamente sean diferentes, fisiológicamente constituyen un todo integrado en su función, produciendo estimulos que determinan reflejos neuromusculares a todos los órganos vecinos y en el tratamiento, los efectos de ésta actividad conjunta sobre los dientes, transmiten sus efectos a sus tejidos de soporte, hueso alveolar y por intermedio de ellos, a la articulación Témporo-Mandibular y demás elementos que constituyen el Aparato Masticatorio, produciéndose una adaptación funcional a dichos estímulos que se traducen en una modificación anatómica diferente a la anterior. Y que a su vez, implica una nueva adaptación a una nueva función y así sucesivamente. Lo que finalmente determinan una modificación de la oclusión y posición de los dientes y maxilares, produciéndose funcionalmente un desarrollo armónico de todo el Aparato Masticatorio, adaptado a la forma y estética del individuo en particular. De ahí, que en Ortopedia Maxilar no existan casos "standard", sino "patrones individuales", en los que la Biotipología juega un papel preponderante.
La Ortopedia Maxilar ha venido demostrando que es la terapéutica de elección en el tratamiento de las Anomalías del Aparato Masticatorio, porque solamente con el empleo de fuerzas biológicas se asegura el éxito en los tratamientos. La concepción científica de sus Aparatos, con fundamentos anatomofisiológicos, nos demuestran a cada paso que cumplen plenamente con el principio Hipocrático de "primun non nocere" (primero no dañar).
Para finalizar esta exposición sobre Ortopedia Maxilar y Ortodoncia, cabe mencionar las palabras del Prof.P.L. Maronneaud de la Facultad de Medicina de Marsella, escritas en su libro "L'Orthopedie Stomatologique Infantile" y que a medio siglo de distancia, siguen vigentes: "La Ortodoncia, deberá convertirse en Ortopedia Dento-Máxilo-Facial, para cesar en sus errores, romper con los hábitos nefastos que traban su evolución, para lanzarse por caminos nuevos, más amplios y más audaces".

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